Cerro Cachito tiene su panadería, y no es cualquier panadería, es una panadería en donde personas con alguna discapacidad elaboran un pan buenísimo.
Lo primero que uno ve al bajar del carro en el Cerro Cachito es la panadería y junto a la puerta: un caballero sentado con una bocina de bicicleta en la mano que la utiliza para avisarle a la panadera de que alguien viene por pan, ya que por su discapacidad no puede decir muchas palabras.
Esta panadería, que se inauguró el 21 de febrero del 2007, cuenta con maquinaria moderna que gracias a este proyecto fue prestada por la Municipalidad de Ventanilla.
Pero hay que aclarar que, aunque cuenten con esta maquinaria, son las manos de Alicia Saavedra y su ayudante quienes le dan forma y sabor a este alimento.
A pesar de que a ellos tan solo se les da una pequeña parte del dinero ganado para comer, pues el resto se lo lleva la fundación, ellos prefieren seguir ahí porque es una forma de salir adelante: aprendiendo cosas y al mismo tiempo ayudando a otros.
La señora Alicia comenta que le gusta poder ayudar a quien lo necesite, y con gusto ella le enseñara ha hacer un buen pan, tal como le enseñaron a ella.
Todos los días se levantan temprano para empezar a hacer el pan a las 5 de la madrugada y así tenerlo listo a las 7, pues no cuentan con muchas bandejas para calentar el pan y tienen que hacer varias tandas.
Pero a pesar de las condiciones en las que viven hacen esta labor con su mayor esmero, porque es así como ellos siguen adelante, y porque “aunque fuese difícil al principio es una labor muy bonita”, dice Alicia con una gran sonrisa en los labios.
Doña Alicia tiene la esperanza de que algún día ella pueda tener su panadería y hacer un pan delicioso para así salir adelante ella sola.
